No podía pasar mucho tiempo sin producir frases, en fin, porque las frases eran también el tejido con el que tapaba la ausencia de tu cuerpo, y la del mío, a veces. Pues hay días que no me siento, y en los que casi no me veo al espejo. Los libros justifican mi existencia, del mismo modo que a mí me habría gustado ser la justificación de la tuya. Todo es escritura, como verás.
dos mujeres en praga.
me gusta mal esto
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